Educación financiera

Factoring para pymes: La mejor manera de adelantar facturas

Todo buen emprendedor está constantemente pensando en la liquidez de su negocio, ¿o no? Y desde hace un tiempo que desde Kredito venimos promoviendo el uso del factoring como una herramienta esencial para que las pymes puedan obtener liquidez, porque el adelanto de facturas puede ser la solución perfecta para equilibrar el flujo de caja de un negocio.

Ahora bien, es importante entender cuál es la mejor manera de ocupar el factoring, porque si no se alinean los plazos de pago con los de los clientes, se podrían terminar pagando altos intereses.

Veamos cuáles son los riesgos asociados al desfase de plazos en el factoring.

¿Cómo funciona el factoring?

Para poner en contexto, es importante saber que el factoring es un servicio financiero donde tu pyme puede ceder sus facturas pendientes de cobro a una empresa de financiamiento, recibiendo el dinero inmediatamente, pero con un pequeño descuento.

Esto significa que, en lugar de esperar hasta 30 días o el plazo que tu cliente te ha dado, puedes recibir el pago hoy, facilitando la liquidez y el flujo de caja de tu empresa.

El problema del desfase de plazos

Al hacer factoring, una cosa a tener en consideración para evitar problemas es alinear bien los plazos de pagos.

¿Por qué decimos esto? Pensemos en una pyme vende productos o servicios a crédito con un plazo de 60 días para el pago de sus clientes. Si decide adelantar la factura a través de un factoring con un plazo de 30 días, puede enfrentar un desfase de plazos que se convierte en un riesgo financiero.

En ese caso, puede darse un problema porque la institución que entregó el factoring espera que la pyme le pague en el plazo estipulado, y esa empresa no tendrá caja para hacerlo porque aún espera el pago a 60 días de sus clientes. Además de devolver el monto adelantado, la pyme deberá asumir costos adicionales por la demora, incluyendo intereses y penalidades.

Consejos prácticos para evitar problemas

Negocia con el factoring para alinear los plazos: Siempre trata de negociar plazos que se ajusten a los plazos de pago de tus clientes. Si el cliente paga a 60 días, intenta acordar un factoring que también permita un adelanto de 60 días.

Incorpora cláusulas de penalización en los contratos con tus clientes: Asegúrate de que tus clientes estén comprometidos a pagar a tiempo. Incorpora cláusulas de penalización por retrasos en los pagos para protegerte.

Calcula los costos reales del factoring: Antes de decidir usar factoring, asegúrate de calcular bien los costos y los intereses asociados. Esto te ayudará a determinar si es una opción viable y rentable para tu empresa.

Mantén un fondo de emergencia: Tener un fondo de reserva puede ayudarte a cubrir cualquier desfase temporal entre el pago de la factura y la devolución del dinero al factoring.

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