Todos sabemos que las pymes en Chile enfrentan varias situaciones que pueden afectar su estabilidad financiera. Y dentro de ellas, una de las principales preocupaciones es la deuda con la Tesorería General de la República (TGR), la institución que se encarga de gestionar el cobro de las obligaciones fiscales. Esta deuda puede impactar significativamente en la operatividad de las pymes.
¿Cómo saber si tu pyme tiene deuda con la TGR?
Se puede hacer de varias formas. La más común es la consulta en línea en el portal de la TGR, utilizando la Clave Única o la clave tributaria del SII. También se puede hacer en la página web del SII, donde se pueden revisar impuestos pendientes como IVA o renta.
Otra opción es solicitar un Certificado de Deuda Fiscal, que la TGR emite para mostrar el estado de las obligaciones pendientes. Si prefieres hacerlo de manera presencial, puedes visitar las sucursales de la TGR y consultar directamente con el RUT de tu empresa.
Efectos de tener deuda con la TGR
Tener una deuda con la TGR puede generar efectos negativos tanto financieros como administrativos. Uno de los más evidentes son los costos adicionales, como intereses y multas, que se van acumulando con el tiempo. Esto incrementa la deuda original, creando una carga adicional para tu pyme.
Además, las pymes pueden enfrentar dificultades para acceder a financiamiento. Las entidades bancarias revisan las deudas fiscales antes de aprobar créditos, y una deuda con la TGR puede hacer que se considere un riesgo mayor, afectando las condiciones de financiamiento.
A propósito de financiamiento: ¿Necesitas liquidez para tu empresa? Ojo, porque en Kredito puedes adelantar el pago tus de facturas 👇
Limitación de acceso a financiamiento
En esa línea, es importante que sepas que las deudas fiscales pueden dificultar el acceso a líneas de crédito o préstamos. Las distintas instituciones financieras suelen revisar la situación fiscal de las empresas antes de entregar financiamientos. Si una pyme tiene deudas con la TGR, es probable que se le entregue un crédito, o se le ofrezcan condiciones más estrictas, como tasas de interés más altas.
Imposibilidad de participar en licitaciones públicas
Las pymes que desean trabajar con el Estado deben cumplir con sus obligaciones fiscales. Si la pyme tiene deudas con la TGR, no podrá participar en licitaciones públicas ni acceder a contratos con entidades gubernamentales. Como imaginarás, esto puede reducir considerablemente las oportunidades de negocio y limitar el crecimiento de una pyme.
Embargos y medidas de cobranza judicial
Atención con esto. Si la deuda con la TGR no se regulariza, la institución está autorizada para hacer embargos. Así, los activos de una pyme pueden ser retenidos para cubrir la deuda pendiente. Este tipo de medidas puede afectar gravemente la operatividad de la empresa, ya que puede perder activos clave necesarios para su funcionamiento.
Las acciones de cobranza judicial también pueden incluir restricciones en la capacidad de la pyme para operar normalmente, lo que afecta su flujo de trabajo y relaciones comerciales.
Impacto en la reputación comercial
Tener deudas fiscales puede dañar la reputación de la pyme ante socios, proveedores y clientes. Las empresas suelen valorar la estabilidad y confiabilidad de sus socios comerciales, y una deuda con la TGR puede generar desconfianza, limitando la posibilidad de negociar acuerdos o condiciones favorables.
Esto también puede afectar las relaciones con clientes, quienes podrían dudar en trabajar con una pyme que tiene problemas fiscales.
¿Qué pueden hacer las pymes para regularizar su deuda?
Las pymes pueden tomar diversas acciones para regularizar sus deudas con la TGR. Una de las principales es acceder a los planes de pago que ofrece la TGR, los cuales permiten saldar la deuda en cuotas. Esto alivia la presión financiera y facilita el cumplimiento de las obligaciones tributarias.
Además, la TGR ofrece la posibilidad de condonar parcialmente multas e intereses, lo que puede reducir considerablemente el monto total adeudado.